El pasado 6 de julio se realizó el diálogo abierto de la sociedad civil con el embajador Nicolas de Rivière, representante permanente de Francia ante las Naciones Unidas, país que ocupa la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad para el mes de julio.
Sara Fernández, oficial de Incidencia del Centro de Justicia y Paz (Cepaz), consultó al representante diplomático sobre la situación en Venezuela, la cual «ha sido anteriormente discutida por los miembros del Consejo. Durante los últimos años, mecanismos internacionales han documentado violaciones sistemáticas a los derechos humanos en el país. La Misión de Determinación de los Hechos concluyó que desde el 2014, las autoridades venezolanas han planificado y ejecutado serias violaciones de derechos humanos. Algunas de las cuales califican como crímenes de lesa humanidad».
«Se espera que la Misión publique su nuevo reporte en septiembre de este año. Por lo que quería preguntarle si considera que existe algún punto en común en el cual los miembros del Consejo de Seguridad pudiesen trabajar a fin de prevenir una escalada de la violencia en el país y la perpetración de otros crímenes atroces. Cómo ve la posibilidad de que la Misión de Determinación de los Hechos informe al Consejo de Seguridad sobre sus hallazgos cuando el nuevo reporte sea publicado. Esto también permitiría que los miembros tuviesen más información sobre los crímenes atroces cometidos y sobre la forma en la que afectan la paz y la seguridad en la región», preguntó Fernández.
Proveer alivio humanitario
Nicolas de Rivière, respondió «con respecto a la situación en Venezuela, es una tragedia que, entre más la miramos, más podemos ver que está cada vez peor. La situación humanitaria se deteriora día a día. Refugiados están huyendo sin detenerse a Colombia o a Perú. No solo hay ausencia de cualquier progreso político en Venezuela, sino que también las investigaciones han demostrado que el régimen es más fuerte que antes. El ejército continúa apoyándolo. No existe una solución mágica. Considero que existen justas preocupaciones de los Estados Unidos y de Europa. Continuaremos haciendo lo que se necesite para proveer alivio humanitario, incluso si es difícil, para apoyar la transición en Venezuela».
«Honestamente, tal y como lo mencioné anteriormente, considero que la forma en la que la situación de Venezuela fue abordada en el Consejo de Seguridad desde hace dos años ha sido un error. En lugar de mantener un grado razonable de unidad y presión, atravesamos un veto, que fue conveniente para Maduro», aseveró Nicolas de Rivière.
«El Consejo ahora se encuentra polarizado y bloqueado debido a que China y Rusia apoyan a Maduro. Así que considero que deberíamos en algún punto volver a la situación en Venezuela y considerar qué es posible. Y quizás en alguna etapa enviar una Misión de Determinación de los Hechos. Recuerdo que Michelle Bachelet estuvo allí en algún punto hace dos años, quizás podía hacer otra visita. Pero es realmente difícil puesto que no existe un progreso en sentido político. El régimen actual no está debilitado. Considero que es una situación realmente grave y que debemos mantener el contacto», concluyó el presidente del Consejo de Seguridad.
Esfuerzo de incidencia
Participar en los diálogos con las presidencias rotatorias del Consejo de Seguridad es un esfuerzo de incidencia internacional. Permite que los estados miembros de esta instancia dentro de las Naciones Unidas conozcan de primera mano la crítica situación que atraviesa Venezuela.
Desde Cepaz seguimos insistiendo en la importancia de mantener informados a los organismos internacionales del agravamiento de la crisis multidimensional en el país. Para ello la labor de documentación, denuncia y difusión del socavamiento de los derechos de la población que realizan las organizaciones de la sociedad civil es fundamental.
Puede consultar la participación de Cepaz en otros diálogos de la sociedad civil con el Consejo de Seguridad de la ONU en nuestro canal de YouTube.
Prensa Justicia y Paz
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