El deporte es mucho más que una actividad física, te puede ayudar a alcanzar tu máximo potencial del cuerpo, pero también de la mente y en lo emocional.
En un momento en que la sociedad se abre a la diversidad corporal y a la importancia de la salud mental, cada vez más personas buscan entrenar con un objetivo claro: sentirse bien. El deporte no solo es cuestión de músculos. De hecho, para muchos, el aspecto físico es secundario al realizar ejercicio.
La autoestima, tradicionalmente ligada al físico, está íntimamente relacionada con el entrenamiento. No se trata de ser más delgado o tonificado, sino de cómo nos hace sentir. Durante el ejercicio, silenciamos la voz crítica interna, lo que nos permite que emerjan emociones más positivas y una visión más optimista de nosotros mismos.