Leocenis Garciá: «Un país sin gasolina y cinco tipos haciendo fiesta»
Leocenis Garciá: «Un país sin gasolina y cinco tipos haciendo fiesta»
El drama del país no puede ser peor. Mientras la nación está paralizada producto que no hay gasolina, unos hombres cercanos al régimen de Maduro, se están haciendo millonarios.
Alessandro Bazzoni, Alex Saab, Wilmer Ruperti, Raúl Gorrin, así como un venezolano en España ligado a este último.
Alessandro Bazzoni, se ha llevado 27 millones de barriles de crudo – en sociedad con un venezolano en EEUU – y para ello contrata los barcos a Mondreaus en Grecia. Bazzoni es dueño de la compañía Swiss Oil y responsable de la crisis actual en Venezuela.
En el caso del señor Wilmer Ruperti está importando y vendiéndole gasolina a Pdvsa , usando Euro Shipping SA (Suiza) para la operación. La compañía fue registrada por Guerric Canonica, un abogado de PDVSA EN Suiza.
El señor AlexSaab, viajó con altos ejecutivos de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) el mes pasado. Eso fue parte de un acuerdo con en el que Irán enviaría aditivos, piezas y técnicos de gasolina a VENEZUELA a cambio de oro.
Desde entonces, se han cargado unas 9 toneladas de oro, por un valor de aproximadamente $ 500 millones , en aviones propiedad del transportista Mahan Air con sede en Teherán.
En 2018 Nicolás Maduro nombró a un exempleado de Alex Saab y su socio Álvaro Pulido como presidente de la estatal Minerven, justo cuando comenzaba a usarse el oro como forma de pago.
Un mes después de ese nombramiento, la propia Minerven y Carbones del Zulia crearon “empresas mixtas” con compañías turcas detrás de las cuales está Lorenzo Antonini, también ligado a la trama de Alex Saab.
La escasez de combustible está beneficiando a los boliburgues. Al extremo que una triangulación con México, gracias a la intervención de los rusos, quedó en el aire cuando estos se salieron en protesta porque Alex Saab estaba monopolizado la operación.
Todo este enjambre ha provocado, que en medio de la escasez surjan unos precios de hasta tres solares por litro de gasolina. Esos precios no son accesibles para la mayoría de los venezolanos, en un país donde el salario mínimo asciende a solo unos $4 al mes.
A ese precio, la gasolina venezolana es una de las más caras en el mundo, equivalente a lo que el consumidor paga en países no productores como Chile o Aruba.
La escasez de la gasolina se ha convertido en un lucrativo negocio para agentes del régimen, que se dicen empresarios, así como capos de la Guardia Nacional y miembros de las bandas paramilitares ligadas al régimen conocidas como colectivos, grupos que han tomado control de las estaciones de servicio.
Es una historia que da vergüenza. Dolor. Indignación.