La actividad física regular se convierte en el director de orquesta del descanso, guiando al cuerpo hacia un sueño reparador y restaurador. A través de sus efectos fisiológicos y psicológicos, el ejercicio optimiza la calidad del sueño, combatiendo el insomnio y promoviendo un despertar renovador
El ejercicio o práctica de algún deporte de manera regular tiene un impacto significativo en la calidad del sueño. Al aumentar la producción de endorfinas, hormonas que reducen el estrés y mejoran el estado de ánimo, el ejercicio contribuye a un sueño más reparador.