Venezuela se encuentra atrapada en una cruel paradoja: es uno de los países más costosos de la región, pero al mismo tiempo, mantiene uno de los salarios más bajos del continente. Esta situación asfixiante convierte el ahorro en una hazaña casi imposible para la mayoría de los ciudadanos.

Según el Índice de Costo de Vida de Numbeo, Venezuela ocupa el cuarto lugar entre los países más caros de Sudamérica, solo por detrás de Uruguay, Guyana y Chile. Sin embargo, a diferencia de sus vecinos, el país también ostenta el peor índice de poder adquisitivo de la región.

En este contexto, los venezolanos ganan poco y gastan mucho. muchas veces obligados a elegir entre necesidades básicas. No es de extrañar que las cifras de actividad industrial de Conindustria revelen que, entre las pocas industrias que incrementaron su producción durante el 2023,  figuraron los sectores de alimentos y farmacia.

María Sánchez ejemplifica esta  realidad. Con ingresos mensuales de 150 dólares, apenas lograba ahorrar 25 dólares, destinando el resto a la alimentación y al pago de servicios básicos. Durante diez meses, sacrificó compras y gustos personales para alcanzar su meta. Sin embargo, el destino le jugó una mala pasada su hija enfermó y los ahorros acumulados se destinaron a cubrir los gastos médicos.

La precaria situación del sistema de salud pública en Venezuela obliga a muchos ciudadanos a recurrir a clínicas privadas. En el caso de María Sánchez, la falta de un sistema de salud eficiente la privó de sus ahorros.

El salario mínimo en Venezuela se ha mantenido congelado por más de dos años, permaneciendo en 130 bolívares desde marzo de 2022. Aunque se han asignado bonos en dólares, estos no compensan la pérdida del poder adquisitivo.

El ahorro solo es posible cuando las necesidades básicas de una persona, como alimentación, vivienda, salud y educación, están cubiertas. Sin embargo, estas condiciones  para el ahorro son casi inexistentes en Venezuela. De acuerdo con el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), cubrir las necesidades básicas de una familia de cinco integrantes implica un gasto mensual de aproximadamente $1.070.

Aproximadamente el 85% de la población venezolana se encuentra en el rango de ingresos de entre $100 y $300 mensuales. Esto significa que ni siquiera tres personas con estos ingresos en un mismo hogar podrían cubrir la canasta básica, mucho menos tener capacidad de ahorro.

Kailyn Mora/ Pasante.