Los efectos negativos de llevar una vida sedentaria también afectan a los órganos internos
Una persona sedentaria es aquella que no tiene actividad física, que gasta pocas calorías de lo que consume en el día, y según los expertos en el área deportiva, está propensa a sufrir no solo de sobrepeso y obesidad, sino también de afecciones en el sistema músculo-esquelético, en las articulaciones, problemas hormonales, diabetes, hipertensión, hasta ansiedad y depresión.
Al no practicar algún deporte o una rutina de ejercicios, los músculos y articulaciones del cuerpo se debilitan e, incluso, el desmejoramiento puede ser tal, que se favorecen la aparición de luxaciones en hombros o caderas, debido al sobrepeso y a la acumulación de grasa en la zona.
El sedentarismo causa estos daños en el sistema músculo esquelético, así como también en el cardiovascular y en el endocrino, porque ocasiona hipertensión, diabetes tipo II, aumento del colesterol y triglicéridos, osteoporosis, trastornos digestivos. Además, afecta a la mente porque se presenta ansiedad y depresión.
Otra consecuencia negativa de ser sedentario es la acumulación de grasa importante en el cuerpo, muchas veces en el abdomen, en la espalda y en órganos principales como los riñones y el hígado.
Si estás pasando horas frente al teléfono o la tablet, comienzas a segregar más cortisol, que es la hormona del estrés, por lo que te sentirás ansiosa y deprimida.
¿Qué hacer frente al sedentarismo?
Para iniciar una vida más activa, una persona sedentaria puede caminar al menos 30 minutos diarios, como una práctica deportiva.
No es caminar para ir al supermercado, o para llevar a los niños al colegio, sino es hacer una caminata de media hora, desprendiéndose de ese momento de obligación y enfocarse en la parte deportiva para el bienestar y cuidado de la salud.