Adoptar una dieta rica en vegetales, oxigenar el organismo con actividades físicas y descansar adecuadamente durante la noche ayudarán a preservar las funciones cognitivas
De acuerdo con los especialistas, la fórmula para cuidar la salud del cerebro contempla cinco aspectos: una alimentación equilibrada, la práctica de algún ejercicio físico de forma regular, dormir bien, tomarse tiempo para realizar actividades de esparcimiento y evitar lo que se conoce como el burn out o el síndrome de desgaste laboral.
Comer de forma saludable, incorporar alimentos ricos en omega, vegetales verdes y reducir el consumo de azúcar refinada, contribuyen a preservar el buen estado del este órgano.
“Actualmente se habla de lo que es el eje intestino-cerebro y la importancia de mantener la microbiota intestinal saludable, (colección de microbios como: bacterias, hongos, levaduras y virus, que viven en simbiosis -ayuda mutua- con nuestro cuerpo)”. Añadió que, “ahora se sabe que el intestino tiene más neuronas que el cerebro y estas son las que regulan los neurotransmisores, que se encargan de muchísimas funciones cerebrales como controlar el sueño, por ejemplo”.
El doctor González indicó que “con una alimentación equilibrada además se evita la neuro inflamación, un proceso con efectos negativos que afecta la morfología y el funcionamiento de células cerebrales, lo que termina ocasionando patologías neurodegenerativas”.
Dormir bien es básico
Por su parte, el hábito de dormir bien significa tener un horario de sueño regular y no perder horas de descanso por ver televisión o estar en la computadora, por ejemplo. durante la noche es cuando el cerebro se repara, es la única forma que existe de que este órgano se reactive”.
En cuanto a la práctica de actividad física, es un hábito indispensable para la salud cerebral ya que “somos seres aeróbicos, que dependemos del oxígeno, y al hacer ejercicio mejoramos esa carga de oxígeno que llega a nuestro cerebro y mejoramos el sistema vascular, tanto el cerebral como el del cuerpo en general, ya que esto también incide en la liberación de nuestros neurotransmisores”.
El descanso y el esparcimiento es vital para el cuidado de la salud mental y evitar la sobrecarga o sobreestimulación, que es lo que se conoce como fatiga crónica o burn out, “porque esto también daña el cerebro, y entender que es necesario acompañar la recreación con todo lo mencionado antes: la alimentación, el ejercicio, dormir bien. Y, además, cuidar nuestras emociones, compartir con otros y crear vínculos afectivos, que es muy fundamental”.