Ante la creciente presión por parte de los entes gubernamentales de obligar a los comerciantes a aceptar el bolívar a la tasa oficial establecida por el Banco Central de Venezuela (BCV), muchos establecimientos han buscado estrategias para proteger sus ganancias y evitar sanciones.
Entre los cuales esta el establecer un precio de venta al productor en bolívares que incluye un margen del 20% por encima del costo real.
Paralelamente, ofrecen un descuento del 20% a quienes cancelen en divisas. De esta manera, los comerciantes incentivan el pago en dólares, y en el caso de recibir los pagos en bolívares, garantizan que recibirán el equivalente al valor real de sus productos, evitando las pérdidas que generarían las transacciones en bolívares a la tasa oficial.
Andrea Rojas, comerciante de Barrio Obrero, explicó que “nos hemos visto obligados a implementar esta medida para poder seguir operando sin perder dinero. No es rentable mantener los precios y recibir a tasa oficial cuando todos nuestros proveedores nos cobran en divisas”.
La creciente brecha entre el dólar oficial y el paralelo, que supera actualmente el 20%, sumada a las presiones gubernamentales por imponer el dólar oficial, ha generado incertidumbre entre los ciudadanos y los comerciantes.
Ante este escenario, muchos comerciantes han tenido que buscar alternativas para cumplir con los requisitos legales sin poner en riesgo sus finanzas.