Manuel Isidro Molina

Manuel Isidro Molina

Manuel Isidro Molina expresidente del Colegio Nacional de Periodistas sostiene que «el periodismo en Venezuela un oficio criminalizado por el Gobierno nacional».

El líder político del Partido Democrático Popular, desde su lectura como activista gremialista, sostiene que «el derecho de estar debidamente informado es un principio universal, que además está consagrado en nuestro orden constitucional».

«Nuestro gremio está protegido por la Ley de Ejercicio del Periodismo y su Manual de Principios Éticos, todo esto debidamente legitimado por nuestro orden constitucional», indicó.

Desde su punto de vista afirmó que «el libre ejercicio del periodismo y la libertad de expresión son pilares sustanciales parar defender y sostener la democracia. Nuestra democracia está en peligro por la evidente ausencia de la libertad de prensa y expresión en la Venezuela de nuestro presente histórico».

Con paltó de pana y con camisa azul manga larga, se deja distinguir su apego por la ropa suelta, típico atuendo del intelectual de sus años de universitario. Como analista político sus columnas en la prensa escrita sirvieron de orientación para el debate partidista en su momento histórico a finales del siglo XX.

Su hablar con voz grave deja notar algunos silencios reflexivos. En el marco del cumplimiento de una pauta periodística al frente del Tribunal Supremo de Justicia aprovechamos el tiempo para conversar.

-¿Cuál es el balance de la Venezuela posterior al 28 de julio en relación a los colegas periodistas que están privados de libertad?

-El balance es negativo. La represión tiene muchas caras. En Venezuela hay un sistema que vulnera los derechos constitucionales en general. Además vulnera los derechos a la participación política. Restringe los derechos a la información y a la libre expresión del pensamiento.

-¿Cuál es la política del Gobierno nacional sobre el oficio de periodismo?

-El periodista por encima de todo es un servidor público. Por está razón el noble oficio del periodista es una fuente de inspiración en todas las sociedades. El Gobierno con sus prácticas de silencio, censura y autocensura, arremete de forma constante por los colegas periodistas.

-¿Cómo se hace palpable en el trajín cotidiano esa amenaza contra el libre ejercicio del periodismo?

-Las imposiciones editoriales. El silencio ante una noticia negativa para el Gobierno. El cierre de los medios de comunicación. Ahora después de los eventos de protesta de calle en el Venezuela posteriores al 28J, el Gobierno tiene privados de libertad a 11 colegas y esto lo condena la comunidad internacional. Estamos en la obligación moral y ética de protestar estos actos de violencia contra nuestros colegas y no podemos claudicar hasta que suelten y ponga en libertad a todos los periodista presos.

-¿Cuál es la diferencia entre la libertad de prensa y la libertad de expresión?

-La libertad de expresión es ejercicio espontáneo de poder manifestar lo que uno piensa en términos generales y la libertad de prensa es el libre ejercicio de estar debidamente informado por las fuentes oficiales. En este sentido es importante señalar que al Gobierno Nacional, no le interesa informar a los medios de comunicación lo que realmente pasa en el país. Todo estos trae como conclusión que estamos en presencia de una arremetida contra el ejercicio profesional de la comunicación.

-¿Este fenómeno surge por combustión propia del Gobierno?

-Este fenómeno que yo denuncio se hace posible en complicidad con los poderes instaurados en los sectores vinculas con el Gobierno Nacional. Ellos no pueden operar solos. Todo es un negocio. Con está nociva práctica se demuestra como el sistema de justicia está al servicio de la arbitrariedad del Gobierno de turno.

-En medio de está realidad… ¿cuál es el norte a seguir para corregir lo que usted denuncia?

-Seguir trabajando con honestidad y apegado a la ética de nuestro noble oficio. El periodismo es una pasión que se ejerce en la calle con la práctica del reporterismo. Debemos trabajar por la libertad plena de nuestro colegas presos. No es una cancelación de una supuesta condena, porque lo que está ocurriendo en algunos casos es la excarcelación, pero los colegas quedan bajo jurisdicción de los tribunales, además les restringen los derechos políticos.

-¿Cómo se ejercer el periodismo en el país que usted dibuja?

-Nosotros no podemos opinar. El género de la opinión desapareció y esta judicializado por los aparatos represivos del Estado. A los periodistas privados de libertad se les tiene negado el legítimo derecho a su defensa, se les niega el acceso a los familiares, se les niega el derecho al debido proceso. Ser periodista en este país ahora es un peligro.

-En medio de esta realidad que usted alerta…¿dónde queda el orden Constitucional del país?

-Ahora con toda esta represión contra el libre ejercicio del periodismo, el orden constitucional pasa a ser letra muerta. En varias oportunidad he dicho que a los periodistas se les aplican los mismos supuestos delitos. Hacen un copy y pega. A nuestros colegas se les aplica la Ley Antiterrorista.

-¿Dónde queda la defensa legal del ejercicio del periodismo?

-Sobre la base del ejercicio pleno de las garantías establecidas en los artículos 57 y 58 de la Constitución Nacional. El artículo 57 establece el derecho a la libre expresión del pensamiento, el artículo 58, establece el derecho a la información veraz y oportuna, que por cierto es un aporte histórico del gremio periodístico venezolano a la Constitución de 1999. Es hora de hacer posible el legitimo derecho al orden constitucional que defiende el ejercicio de estar debidamente informado de forma clara y objetiva.