Miles de fieles se concentraron este sábado en la Plazoleta de la Basílica de Maracaibo para presenciar la «Bajada de La Chinita», acto inicial de las celebraciones que se extienden hasta el 30 de noviembre.
Bajo el fuerte sol que acompaña a Maracaibo pero en medio de un ambiente emotivo y lleno de alegría y fe, la Madre de Dios se reencuentra con su grey bajo el lema «Camino de Esperanza y de Paz».
La Eucaristía, que estuvo llena de música y mucho fervor, fue oficiada por el obispo de Maturín Enrique Pérez. En sus palabras, celebró que llegó la tan esperada bajada de la Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.
«La virgen siempre está con nosotros, pero este día camina junto a su pueblo, el milagro de la renovación religiosa es su demostración de la protección de sus fieles», dijo.