En la búsqueda del bienestar integral, los ejercicios de relajación han cobrado una relevancia excepcional. Más allá de fortalecer los músculos, estas prácticas milenarias
ofrecen una serie de beneficios para la salud mental y física.

Estudios científicos han demostrado que dedicar tiempo a la relajación reduce el estrés, la ansiedad y la depresión en un 30% a 45%. Además, mejora la calidad del sueño,
fortalece el sistema inmunológico y aumenta la concentración.

La meditación, el yoga y el pilates son complementos  ideales para el entrenamiento de fuerza. Estas prácticas nos ayudan a tener una mejor concentración y hacernos conscientes de nuestro sistema respiratorio al momento de realizar o estar en una actividad física.

Disciplinas más comunes
Entre las disciplinas que fomentan la relajación se encuentran:
Meditación: Esta práctica milenaria implica enfocar la atención en el momento presente, lo
que reduce la actividad mental y promueve la calma.
Yoga: Esta disciplina combina posturas físicas, respiración y meditación, promoviendo la
flexibilidad, la fuerza y la relajación.
 Tai chi: Un arte marcial chino que combina movimientos suaves y fluidos con respiración
profunda, mejorando la postura y el equilibrio.
Pilates: Un sistema de ejercicios que desarrolla la fuerza, la flexibilidad y la conciencia
corporal, a la vez que promueve la relajación.