Batman y Robin

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El plan alimenticio adecuado para acompañar el ejercicio se estructura de forma personalizada según distintos factores como los requerimientos nutricionales, el estado de salud y los objetivos al entrenar

 

La alimentación es un factor clave en el entrenamiento para alcanzar los objetivos planteados, sin embargo, existen múltiples mitos sobre cómo debe ser el plan nutricional ideal para acompañar el ejercicio, los cuales no suelen adaptarse a las necesidades reales de los individuos y, por ende, no les permite obtener resultados.

 

Existen una serie de mitos sobre las dietas que se adoptan para complementar la actividad física, de los cuales los más comunes son: consumir elevadas cantidades de proteínas, eliminar los carbohidratos, beber más de 2 litros de agua al día e incluir suplementos en la alimentación.

 

Lo expuesto no se adecúa a la realidad, debido  que, al momento de entrenar, la restricción y recomendación de los tipos de alimentos y sus cantidades, al igual que la asignación de los suplementos, en caso de que se necesiten, se establecen de forma personalizada en un plan de alimentación, que se estructura según:

 

  • Requerimientos nutricionales, que varían según la edad, sexo, actividad física, estado de salud, entre otros, y determinan la cantidad necesaria de calorías, proteínas, carbohidratos, grasas saludables, fibra, prebióticos y probióticos, vitaminas, minerales y agua, que deben consumir las personas en un plan de alimentación balanceado.
  • Historia clínico-nutricional, que es la evaluación que realiza un nutricionista para conocer los hábitos alimenticios de las personas.
  • Objetivos del entrenamiento, que son variados y pueden consistir, por ejemplo, en rebajar, aumentar peso muscular, entrenar para una competencia, cumplir con recomendaciones médicas para mejorar efectos de afecciones, entre otros.
  • Patologías asociadas y estado de salud, ya que se debe evaluar las alergias, intolerancias y enfermedades, que pueden generar la restricción de ciertos alimentos.
  • Nivel de entrenamiento, que consiste en evaluar si la persona se encuentra en estado de principiante, intermedio o avanzado, ya que esto implica que se presenten diferencias en el gasto calórico.
  • Protección del peso muscular

 

Si bien se puede adoptar una dieta, lo recomendable es aprender a comer según las cantidades que indican los requerimientos nutricionales individuales”, sin tener que restringir alimentos, a menos que algunos de estos interfieran con la salud de las personas, como es el caso de aquellas que no deben ingerir lácteos por presentar intolerancia a los mismos.