José Gregorio Hernández nació en Isnotú, estado Trujillo, el 26 de octubre de 1864. Fue un hombre muy culto, científico, filósofo y además músico.
Su mamá, una mujer católica, y muy devota murió cuando él tenía ocho años. Su niñez transcurrió en su pueblo natal y en medio de un clima profundamente religioso. Todo este ambiente lo hizo un hombre humilde, muy solidario con todos, especialmente con los pobres y necesitados. Quiso estudiar derecho, pero su papá lo persuadió para que estudiara medicina. Asumió la carrera como su forma de vida, ideal con su inclinación cristiana de ayudar a quien lo necesitara.
Se graduó en la Universidad Central de Venezuela (UCV) en el año 1.888 a la edad de 24 años. Por recomendación de uno de sus profesores obtuvo una beca para estudiar en París y traer a Caracas equipos para los laboratorios del hospital José María Vargas; permaneció en la capital francesa dos años trabajando en microscopía, embriología e histología; con Charles Richet estudió fisiología y con Isidore Straus bacteriología.
De regreso a Caracas, en 1891, fue designado catedrático de Histología Normal y Patología, Fisiología Experimental y Bacteriología en la Universidad Central, fundando la primera cátedra de Bacteriología del país. Tres años después regresa a nuestro país y se integra a su casa de estudios pero esta vez como docente en varias cátedras.
Sus publicaciones científicas no fueron muy abundantes. En 1906, apareció “Elementos de Bacteriología”, primer texto de esta materia publicado en Venezuela; en “Sobre la angina de pecho de naturaleza palúdica” describió, por primera vez en el mundo, esta afección, así como su correcta patogenia. Trabajó sobre el recuento globular, la bilharziosis, nefritis amarílica y terapia de la tuberculosis por el aceite de chalmoogra. En 1912, publicó Elementos de filosofía.
Tocado por la vocación religiosa, ingresó durante 10 meses, en 1908, en la cartuja de Lucca (Italia). En 1913, ingresó en el Colegio Pío Latinoamericano de Roma, para seguir la carrera sacerdotal, pero tuvo que abandonar el intento por motivos de salud, y regresó a Venezuela.
El “médico de los pobres” murió el domingo 29 de junio de 1919 en un trágico accidente que ocurrió cuando cruzaba la calle para atender a una anciana que vivía entre las esquinas de Amadores y Cardones, en Caracas. Angelina Páez, quien estaba en la ventana de su casa número 29, entre Guanábano y Amadores, contó que al momento de ser impactado, el médico exclamó: “¡Virgen Santísima!”. Luego de su muerte son muchos los milagros que se le atribuyen al Dr. José Gregorio Hernández.
El actor Sócrates Serrano le dedicó en 2019 la producción teatral “Gregory, canal de fe”, en la que contaba cómo se acercó a la figura de José Gregorio Hernández después de que se le diagnosticara un cáncer de colón. “Siempre había tenido una formación muy racional, pero en ese momento descubrí que la ciencia no tenía todas las respuestas. Creo que José Gregorio me acompañó en mi curación“.
El expediente vaticano de la beatificación no avanzó hasta que los expertos de la Iglesia determinaron que José Gregorio es responsable de la salvación milagrosa de la niña Yaxuri Solórzano, que recibió un disparo en la cabeza cuando fue asaltada junto a su padre en un caserío del estado Guárico en 2017. Pese al pronóstico de los médicos, que le auguraban secuelas permanentes si lograban salvarle la vida, la niña se recuperó rápida y totalmente. Su madre declaró haberle rezado a José Gregorio durante su convalecencia y la comisión eclesiástica que estudió el caso concluyó que el doctor obró la curación desde el cielo.
El 16 de enero de 1986, el Papa Juan Pablo II nombró “Venerable” a nuestro querido Dr. José Gregorio Hernández, y su beatificación y canonización, que se esperaba con fervor en Venezuela y muchos lugares de América, estaban en proceso. El 19 de junio de 2020 el Papa francisco aprobó la beatificación de José Gregorio Hernández, para alegría de toda Venezuela, y se esperaba por la celebración de la ceremonia oficial de beatificación y canonización.
El 26 de octubre del 2020, al celebrarse los 156 años del natalicio de su natalicio se procedió a la exhumación de los restos del Venerable José Gregorio Hernández ante la inminente ceremonia de su beatificación en 2021. El acto de Beatificación del Dr. José Gregorio Hernández se realizó el viernes 30 de abril de 2021 en Caracas por Aldo Giordano (en representación del Papa Francisco.
El hoy beato venezolano fue un destacado estudiante y un médico con una alta preparación académica. El doctor José Gregorio Hernández hablaba seis idiomas: inglés, alemán, francés, italiano, portugués y latín. El Santuario de Isnotú al Médico de los Pobres. En el pueblo de Isnotú se erigió el Santuario al Médico de los Pobres. Miles de placas forran las paredes del santuario expresando el agradecimiento de las personas que han sido sanadas por su intercesión. Todos los días creyentes y peregrinos acuden a Isnotú a pagar su promesa por favores cumplidos por el venerable.
En la historia de Isnotú y del culto y veneración al Dr. José Gregorio es de justicia destacar la vida y obra de Monseñor Prudencio Baños, el querido Padre Baños, que desde 1963 y por más de 45 años fue párroco de Isnotú. Desde su iniciativa e ingenio (y según sus propias palabras: con la gracia de Dios, la intercesión de José Gregorio Hernández, el consentimiento de la Diócesis y el apoyo y aporte de miles y miles de peregrinos nacionales y extranjeros) el Monseñor Prudencio Baños, el Pare Baños, diseño, construyó y levantó:
• Cada ladrillo y cada teja del Santuario de Isnotú
• Mandó a esculpir la estatua en mármol del venerable que allí se encuentra,
• Además construyó la casa y hospedaje para peregrinos
• El museo del venerable con obras de Iván Belski a quien él mismo se las encargó
• Construyó la escuela José León Rójas de quien fue su director-fundador
• Edificó la casa de las Hermanas de Cristo Mediador
• Ejecutó la construcción y adjudicación sin costo alguno de 25 viviendas para los más necesitados del pueblo y de muchas obras más
• Y por sobre todo su abnegada y generosa dedicación a su parroquia de Isnotú y al cuidado y atención de los peregrinos.