Desde el balcón de la logia central de la fachada de la basílica de San Pedro, Francisco se dirigió al mundo ante cerca de 30.000 personas que llegaron a la plaza de San Pedro.
El papa instó a facilitar la ayuda humanitaria en Sudán, país asolado por 20 meses de guerra, donde la hambruna que afecta a millones de desplazados podría extenderse, según la ONU.
Francisco, que citó no menos de 18 países, recordó entre ellos a Haití, Venezuela, Colombia y Nicaragua, pidiendo «encontrar lo antes posible soluciones eficaces en la verdad y la justicia, para promover la armonía social».