Tomar café a diario ¿qué tan seguro es para nuestros riñones?
El café, esa bebida oscura y aromática que despierta nuestros sentidos cada mañana, es mucho más que un simple ritual matutino. Para millones de personas alrededor del mundo, es normal iniciar su día con una taza de café, pero ¿qué tan seguro es este hábito para nuestros riñones?
Los amantes del café a menudo se preguntan si esta bebida tan apreciada podría estar dañando sus órganos. En este artículo, analizaremos la evidencia científica disponible para despejar estas dudas.
Hablemos brevemente de los riñones y sus funciones en nuestro cuerpo: estos órganos son los responsables de eliminar los desechos y toxinas de la sangre, filtrando productos de desecho como la urea y la creatinina; también nos ayudan a mantener un equilibrio de agua en el cuerpo, el excedente se expulsa a través de la orina; regulan los niveles de electrolitos como sodio, potasio, calcio y fosfato, lo que es crucial para el funcionamiento adecuado de las células y tejidos; además de muchas otras funciones, no podemos dejar de mencionar su papel clave en el control de la presión arterial.
De ahí lo elemental que es cuidar estos órganos, pues si no se cuidan empiezan a trabajar en exceso, acumulando sustancias no deseadas, lo que aumenta el riesgo de infecciones, cálculos o daños renales.
Según investigaciones recientes, beber hasta tres tazas de café al día no muestra un mayor riesgo de enfermedad renal o daño renal en personas sin complicaciones previas. Se considera que esa es la cantidad diaria segura, dice una nota publicada en El Economista.
De hecho, el mismo artículo cita a la National Kidney Foundation (Fundación Nacional del Riñón) de EE.UU., que sostiene que siempre que el café se beba con moderación no será perjudicial para la salud renal de las personas.
¿Dónde surge el problema?
El problema surge en lo que se le añade al café. Es común añadir al café azúcar, leche entera, edulcorante, entre otros, que terminan por aumentar el número de calorías, azúcares añadidos y grasas saturadas.
Si se consume en exceso, estos añadidos pueden afectar negativamente a la salud de los riñones. Por ello, las personas con enfermedades renales deben tener cuidado con la ingesta de líquidos y nutrientes.
Claro que es posible que el consumo de café aumente la frecuencia urinaria en algunas personas, pero no se ha demostrado que cause deshidratación a menos que se tome en grandes cantidades.
Por el contrario, ciertas investigaciones médicas han sugerido que la variedad de antioxidantes y otros compuestos bioactivos del café pueden tener efectos protectores sobre el sistema renal.
En conclusión, la clave para que esta bebida no sea dañina para los riñones es estar atento a lo que se añade. Pero en caso de duda, o si padece una enfermedad renal, lo mejor es consultar a un especialista.
Vía El Economista España