Un Ángel que revolucionó el mediocampo
Se puede decir que fue, junto a Hugo Lizárraga, el encargado de abrir las puertas del Aurinegro para los futbolistas argentinos, quienes luego han llegado en masa, muchos de ellos para dejar huellas en defensa de nuestros colores.
Se trata de Ángel Carlos Tolisano, quien nació en Rosario, el 22 de septiembre de 1951 y llegó a Venezuela a mediados de la década del 70’, para quedarse para toda la vida.
Tolisano recordó que se incorporó al club, en enero de 1975, cuando los directivos lo vieron jugar en Mérida y no dudaron en sumarlo como uno de los primeros argentinos en la plantilla histórica del equipo.
“Vine a Venezuela en el marco de una gira que realicé con el Deportivo Independiente Medellín; cuando jugué en Mérida, una gente del Deportivo San Cristóbal me contactó y en los primeros días de enero de 1975 me incorporé al equipo”, recordó.
Lo más valioso que guarda en su memoria, fue la gesta lograda en 1979, cuando de la mano del profesor Esteban Beracochea, levantaron la primera copa en lo que significó la inédita estrella en el escudo amarillo y negro.
“Anécdotas hay muchas, pero sin duda, la que se encuentra en lo más alto de los recuerdos es ese 1979, cuando nos titulamos campeón y creamos historia para el equipo”, mencionó.
Quienes lo vieron jugar en esa época, rememoran su fuerte pegada y su capacidad de dominar la zona medular en sus funciones de volante mixto, enfocado en la destrucción del juego rival, pero con determinación para salir con balón dominado y abrir juego para sus compañeros.
Según cifras aportadas por el locutor y numerólogo William de Jesús Mendoza, Ángel Carlos Tolisano disputó 156 partidos y marcó 17 goles con la camiseta Aurinegra, la mayoría de ellos con remates de media y larga distancia.
El fútbol en el ADN Tolisano
“Toli” no escondió su orgullo cuando con una sonrisa, evocó el paso que tuvo su hijo menor, Ángel Carlos Tolisano Jr, quien se enfundó la camiseta de sus amores en la temporada 2001, ejerciendo funciones de mediocampista ofensivo.
Además, el fútbol fluye en la familia en la actualidad, representado en su sobrino, Juan Domingo, quien dirige las riendas del equipo de Primera División del club, lo que también es sinónimo de alegría en la familia.
Luego de adherirse al Táchira a través del fútbol, Ángel Carlos Tolisano lo tuvo claro que nunca más se iría para su tierra natal, por cuanto se casó en nuestro país. De ese matrimonio nacieron, además de Ángel Tolisano Jr, Elda y Vicente Tolisano.